viernes, 12 de diciembre de 2008

EL DISPUTADO VOTO DEL SENADOR ALARCO


Las contradicciones en política son quizá el peor de los pecados que un responsable público puede cometer, porque le hacen aparecer ante los ciudadanos como alguien capaz de cambiar sus discursos, o sus ideas, según las circunstancias del momento, lo cual hace que se pierda credibilidad. No digo que un político no pueda cambiar de idea, el inmovilismo no es bueno, pero cuando el cambio de parecer se produce por una estrategia política, el resultado es la pérdida de credibilidad. Y en política ser creíble lo es todo. Al menos para mi.

El senador Antonio Alarcó, del Partido Popular, ha protagonizado uno de los episodios más lamentables de los últimos tiempos en lo que respecta a contradicción política. Hace unos tres años, cuando la tramitación del Estatut de Cataluña alcanzaba su máxima temperatura parlamentaria, sostuve con el señor Alarcó varios debates radiofónicos en los que, habláramos de lo que habláramos, terminaba refiriéndose al Estatut y aprovechaba para repetir las incendiarias consignas que desde el PP se lanzaban en aquellos días. "Zapatero vende España", "España se rompe", etc. Tres años después, los españoles y las españolas le volvieron a dar el triunfo al PSOE, y el PP sigue en la oposición. Así son las cosas.

Tres años después, el señor Alarcó, y el resto de senadores y senadoras del PP, han votado a favor de un veto de ERC a los Presupuesto Generales del Estado, basado en el supuesto incumplimiento del Gobierno de España con el Estatut de Cataluña. Conviene no perder de vista que el PP tiene pendiente un recurso contra el Estatut en el Constitucional y la guerra habida en la elección de los miembros del TC con este recurso de telón de fondo.

Pues bien, el veto prosperó para el regocijo partidista y miope de los senadores del PP, incluido el señor Alarcó. Pero como efecto colateral se llevó por delante importantes enmiendas al Proyecto de Presupuestos Generales del Estado que suponían el incremento de grandes partidas para Canarias y especialmente para Tenerife, isla de la que además es vicepresidente del Cabildo. Entre otras, se llevó por delante una enmienda consensuada entre las distintas fuerzas políticas, fruto del trabajo en el Senado de varios senadores y senadoras Canarias de distintos partidos, que suponía un incremento de un millón y medio de euros para las obras de rehabilitación de la Catedral de La Laguna. Lamentable.
Lo peor del caso es que el señor Alarcó lleva meses despotricando contra el Gobierno de España y contra el PSOE por la falta de asignación presupuestaria para la Catedral. Debemos recordar que definitivamente el tema técnico se resolvió para satisfacción de todos, menos para los del PP, que me parece hubieran preferido que la Catedral siguiera cerrada si así podían sacar unos votitos en La Laguna, porque llevan meses haciendo política de vía estrecha con ello mientras otros se dedicaban a resolver el problema. Actitud por otra parte coherente con alguien que vota un veto a los presupuestos presentado por ERC en contra de los intereses de Canarias sólo para desgastar al Gobierno de Zapatero. Y cuando el tema presupuestario también se había encarrilado, pues resulta que va el PP, y vota en contra. Así son las cosas.

1 comentario:

raquel dijo...

Buenas noches:
Supongo que la política debe empezar por las pequeñas cosas o por lo menos por tratar de observar, desde la distancia, aquellas que forman parte de nuestro entorno, porque sólo desde cierta distancia se pueden llegar a comprender comportamientos como el del Sr. Alarcó, en particular, y del PP, en general; ciertamente muy bien analizados por quien pienso, sea uno de los mejores valores políticos con los que cuenta la ciudad de La Laguna, y digo valores, porque le he escuchado en distintas intervenciones, apreciando un tono y unas formas de las que cualquier, ya no digo político, sino persona, debería hacer gala; efectivamente resulta, cuanto menos, curioso, que el PP apoye a ERC, y yo podría hasta alegrarme de esa tan deseada compenetración que debería existir entre los distintos partidos políticos cuando del bien de los ciudadanos se trata, si no fuese porque lo que ocurre, es todo lo contrario, y muy particularmente desde las filas de la oposición, una oposición que ha llegado a usar un tema tan serio como, la lucha antiterrorista, para poner en tela de juicio al actual gobierno, crear el enfrentamiento oportuno entre la sociedad y avisarnos de que España se rompía, pero lo peor es que continúan en la misma línea, una línea que roza la agonía por intentar cualquier cosa, por impresentable que parezca, a fin de conseguir sus objetivos, menos mal que siempre nos quedará la lupa de políticos que como usted, intentan mostrarnos los entresijos necesarios para llevar a cabo las reflexiones oportunas, que en política, como en la vida misma, resultan tan imprescindibles. ¡Enhorabuena!