sábado, 29 de enero de 2011

REVOLUCION 2.0



Estamos viviendo una época histórica. Llena da cambios que posiblemente con el paso de unos años darán lugar a un mundo distinto al que conocemos. Espero que mejor. Cambio climático, globalización, crisis energética, crisis económica, revolución de las comunicaciones, etc.

Uno de esos increíbles y fascinantes cambios se han producido con la nueva sociedad de la información. Blogs, redes sociales, correos electrónicos, sms, chats, buscadores, posicionamiento global, smart phones, tabletas, todo a una velocidad de vértigo. Millones de ciudadanos en todo el planeta comunicándose de manera directa, sin intermiediarios, sin pasar por el filtro del poder político, o el poder mediático tradicional.

Dos ejemplos de como la nueva sociedad de la información desafía al poder han coincidido en muy poco tiempo, y no serán los últimos. Wikileaks poniendo en manos de los ciudadanos las cañerías de las relaciones geopolíticas internacionales. Y ahora, Túnez y Egipto. Posiblemente las dos primeras revoluciones 2.0 de la nueva era de la información. Regímenes dictatoriales que durante décadas han controlado el poder y con él a los ciudadanos, pero que no estaban preparados para los nuevos tiempos. Dos revoluciones sociales nacidas y gestadas detrás de un teclado de ordenador. Viejos dictadores, nuevos revolucionarios.

domingo, 2 de enero de 2011

Agua de calidad a un precio justo.

No creo que sea mucho pedir. Que en La Laguna sus 150.000 habitantes reciban de su ayuntamiento un servicio de agua potable de mejor calidad y a un precio más justo. Durante años llevamos desde mi partido en La Laguna diciendo que el agua de La Laguna no tiene una calidad equiparable al precio que se paga por ella. Se han convocado plenos extraordinarios, se han presentado propuestas, hecho actos informativos para exponerlo, etc. Todo ello ha pasado más o menos inadvertido para la gran mayoría de ciudadanos. Pero se nos ocurrió colocar unas pocas vallas publicitarias, llamativas, impactantes. Que no dejaran a nadie indiferente. Sabiendo que generaría polémica y que no a todo el mundo le gustaría. Pero surtió su efecto. Durante semanas no se habló de otra cosa. Los medios de comunicación, los políticos, las tertulias, la gente en la calle hablaba de la valla, pero al mismo tiempo, hablaban de un servicio manifiestamente mejorable por el que pagamos un precio abusivo. Coalición Canaria reaccionó como siempre. Con insultos y descalificaciones, no me sorprendió. Son crispadores profesionales. Pero es curiosos como, de negar un problema con el servicio, han terminado por dar una rueda de prensa anunciando un planta de tratamiento de agua para eliminar el flúor que costará doce millones de euros. Nuevas y viejas mentiras. Mintieron cuando negaron el problema, porque de lo contrario no se entendería una inversión de ese calibre para terminar con un problema inexistente. Por otro lado, han vuelto a mentir. La planta no tiene financiación, no se sabe como se va a pagar, ni cuando estará terminada. Pero nunca un valla tuvo tanto éxito. Les obligó a decir la verdad, y a volver a mentir.

sábado, 1 de enero de 2011

Año nuevo, nuevas ilusiones.

Ha terminado la década. Posiblemente con más incertidumbres que certezas de por donde va a dirigir sus pasos la humanidad en este siglo XXI convulso y desconcertante. Una crisis económica global, una era de la información que avanza a una velocidad que nos hace imposible imaginar donde estaremos en los próximos años, la posibilidad de la aceleración del cambio climático, el miedo de las clases medias occidentales a perder su estatus social, su seguridad, etc. Este panorama es normal que produzca desasosiego e incluso porque no decirlo, directamente miedo. El exceso de información, buena y mala, a la que el ciudadano de los países desarrollados puede acceder, le coloca ante un abismo de incertidumbre. En este sentido, paradójicamente, o no, el acceso masivo a todo tipo de información genera más incertidumbre que seguridad. Lo que ocurre en la otra punta del planeta lo conocemos en tiempo real. En un solo clik. No ya en nuestro ordenador, sino en nuentro propio teléfono móvil. Que rápido ha pasado aquellos días no tan lejanos en los que los móviles irrumpieron en nuetras vidas. Terminales pesados y rudimentarios, que en menos de una década han dado paso a los smartphones. O las redes sociales. Contactar en tiempo real con miles de personas en cualquier parte del mundo, interacutar sin intermediarios con otros ciudadanos, sin control de los poderes políticos ni de los poderes mediáticos. Aquí el miedo se instala no en los ciudadanos, sino entre los poderosos. Quien controla la información controla el poder. La información sin control del poder lo debilita. Todo ello contribuye a crear una especie de sensación de fin de los tiempos.

Sin embargo, en mi modesta opinión, esto con más o menos similitud ya ha ocurrido en otros periódos de nuestra historia. Es una época de cambios, de finalización de modelos sociales, del surgimiento de otros nuevos. Por tanto, no debemos verlo como un periódo de miedo o incertidumbre, sino como una oportunidad. Una posibilidad de mejorar, de perfeccionar las cosas. Y en lo que a mi me preocupa, una oportunidad para hacer un mundo más justo. Feliz 2011 y feliz década.