HIPOTECATE ¡¡¡¡¡

" Prefiero comprar que alquilar, así al menos no pierdo el dinero ". La gran mentira, el gran mantra que recitamos durante años. Vaya por delante que yo también tengo hipoteca, así que hablo desde la tontería de haber caído en el mantra. No soy tan listo. Mi padre tiene 71 años. No tiene casa propia. Vive de alquiler. Es feliz. Sus tres hijos tenemos vivienda " propia ". Algo que el nunca tuvo. Vivimos cagados de miedo. El duerme a pierna suelta. Es la esclavitud del Siglo XXI. Somos esclavos hipotecarios. Cuando se estudie esta época en las escuelas de historia dividirán a los ciudadanos de los países desarrollados en dos grande clases. Así como nos enseñaron la distinción entre libertos y esclavos, enseñaran que había dos tipos de ciudadanos. El homo liberto y el homo hipotecario.

El primero, un ciudadano libre dentro de la libertad tutelada que supone vivir en esta sociedad de acceso a bienes y servicios como meta fundamental del sistema. Que o bien tiene vivienda propia o bien fue listo, o era muy tonto, y no compró con hipoteca su vivienda. Optó por el alquiler. El segundo, gregario, cayó en el mantra y decidió hipotecarse. Abeja obrera en el panal de las entidades financieras que le prestaron su dinero a cambio de su alma, y donde una abeja reina regorda y con tirantes disfruta de una vida placentera y llena de stok options, bonus y gratificaciones preferentes, gracias a que millones de idiotas se creyeron el cuento de que era mejor comprar que alquilar.

Nadie nos contó la otra parte del cuento. Esa parte en la que cuando las cosas te van mal y ya no puedes pagar, porque tu precario equilibrio de abeja obrera se lo ha cargado el desempleo o el euribor, no te vale con entregarle a la abeja regorda de tirantes la casa que te compraste con el dinero que te prestó. A la que la abeja regorda le puso un valor, y que cuando le devuelves la casa aun le debes media vida. Lástima que las abejas obreras no son conscientes del poder que tienen, y de que la abeja regorda depende totalmente de ellos. ¿ se imaginan que un día las abejas obreras se ponen de acuerdo y todas dejan de pagar sus hipotecas al mismo tiempo ?. Entonces el miedo cambia de bando. Hay una cita que dice que cuando debes un millón al banco tienes un problema, cuando le debes cien, el problema lo tiene el banco.